Blog de la asignatura Crítica Teatral 2

impartida por Juan Antonio Vizcaíno


martes, 15 de febrero de 2011

La crítica según Luis Araquistáin

COSAS A SABER PARA REALIZAR UNA BUENA CRÍTICA

Araquistáin analiza el papel de la crítica, y lo hace partiendo de la idea de que es necesario que ésta sea vivaz, profunda y sincera, que tenga serenidad y libertad de criterio. Considera que la vanidad y el orgullo del crítico son una grave limitación. Pide que el crítico juzgue con conciencia y claridad, que tenga un estricto criterio de verdad y de independencia.

Dice Araquistáin:

"Para que la obra de arte eche raíces y florezca en una sociedad, ha de acabar siendo un entretejido psicológico entre autor, intérpretes y público. En este entrelazamiento espiritual, el papel de la crítica es importantísimo cuando tiene algo de profunda. La diversidad crítica en tomo de la obra de un hombre es ahondamiento. Cuando más se critica una creación, más se penetra en-su sentido, más se la recrea. Si una obra tiene alguna consistencia vital, una crítica adversa(...) es como un fondo oscuro sobre el cual resaltan mejor las luces de la obra misma. Una crítica vivaz, aunque niegue y censure, colabora con el autor de la obra a vitalizarla si en rigor lo merece, a mantenerla viva a través de la polémica".

"Hay un tipo de crítica estéril, tanto si elogia como si censura: es la crítica insincera".
"La vanidad en el crítico(...) le priva, sin duda, de la serenidad y libertad de criterios con que enjuiciaría una obra lejana en el espacio o en el tiempo(...). En el crítico la vanidad o el orgullo es su limitación, y muchas veces su anulación".

"La crítica es, ante todo, la necesidad desinteresada de contrastar un hecho, un fenómeno, que es la obra de arte, con un criterio de verdad estética, que es el del crítico o el del espectador o lector. Todos hacemos crítica(...). En la mayoría es un proceso mental inconsciente(...). Sólo al crítico le exigimos que juzgue con conciencia y claridad, es decir, que tenga un claro criterio de verdad y que se acerque a la obra enjuiciada con libertad de ánimo".

Araquistáin analiza luego la falta de independencia de la crítica contemporánea, sus condicionamientos por los afectos - simpatías y antipatías-, por sus ideas políticas o filosóficas, por su temperamento, por su carácter, etc.

También analiza el medio en el que se mueve el crítico, el ambiente que le rodea lleno de mezquindades, rivalidades, malignidad:

“La neurosis hace estragos en estas profesiones, la sensibilidad está hiperestesiada, hay como una voluptuosidad en atormentarse recíproca y universalmente por la palabra, por el silencio, por la rivalidad, por el desdén, por la injusticia, por la malevolencia, por las formas de la mortificación y la malignidad. Combaten individuos contra individuos y grupos contra grupos, muchas veces sin leerse, sin conocerse, casi siempre sorda y arteramente. El medio es pequeño y todos tropiezan, se hieren, se arañan. No hay distancia ni sentimiento de comunidad social, cultural o histórica. Se habla de lo que se ignora, claro que despectivamente, o se finge ignorar lo que se conoce con el mismo propósito. Se prejuzga todo a impulsos de la amistad o la enemistad, y, en ocasiones, se hace deliberada ostentación del menosprecio. En ese ambiente se mueve el crítico, lo respira y lo alimenta".
Compañeros todos, seamos conscientes, claros y sinceros... y a criticar.
Müll Dávila

1 comentario:

  1. Luis Ariquistáin plantea la mayor dificultad que se presenta ante la práctica de la crítica. Abstraerse de las trabas éticas y morales para realizar un análisis de cualquier muestra artística no es más que un ejercicio de objetividad imposible. O quizá alcanzable tras continuos intentos, pero actividad en conflicto interno y externo constante.

    Ahí radica su dificultad, sin duda.

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