Blog de la asignatura Crítica Teatral 2

impartida por Juan Antonio Vizcaíno


lunes, 23 de mayo de 2011

La distancia correcta

Volver a ver ese clásico del cine que es Eva al desnudo, supone sumergirse durante más de una hora en el mundillo teatral, en sus personajes, en su peculiar argot, todos miembros de uña exclusiva familia, la familia del teatro. Bueno, tal vez no todos, hay un personaje de frontera, uno que no acaba de estar dentro de todo porque perdería la perspectiva, pero que conoce todos los entresijos del mundillo como si fuese uno más de la familia. Me refiero, claro está, al crítico.

Nada más iniciarse la película, Addison Dewitt, interpretado por el oscarizado actor inglés Georg Sanders, se presenta a sí mismo como crítico y comentarista, eso sí, con fina ironía, solo, y distante. Distancia necesaria para poder observar, ya sabemos que demasiado cerca, la mirada desenfoca y distorsiona. Todo un acierto de guión, ya que desde su particular situación se convierte en el personaje ideal para desvelar la trama.

Si se dedican unos segundos a analizar la particular trayectoria de Addison a lo largo de esta historia, y a pesar de que se le presenta como un geniecillo un tanto maligno, queda clara la ecuanimidad constante que mantiene en sus actuaciones. No hay maldad cuando habla de que los personajes jóvenes deben de ser interpretados por actrices jóvenes y no por otras, talentosas, pero de edad superior a la del personaje. Tampoco hay maldad cundo decide apoyar a una joven prometedora actriz, ni siquiera la hay cuando llega la hora de poner en evidencia las oscuras maniobras con las que ha ido construyendo su carrera, en todo momento se está trabajando a favor del teatro.

Desde 1950 hasta hoy, son muchas las cosas que han cambiado en el mundo del teatro, pero ese territorio particular desde el que debe actuar el crítico, permanece y debe permanecer impertérrito, solo desde aquí puede el crítico ejercer de, permítaseme la licencia, de A.P.L.E.T. (Agente para la evolución teatral) Puede sonar a broma, sin embargo es absolutamente real. El crítico desde esta particular perspectiva anteriormente citada, desde ese conocimiento pleno del mundo teatral, y sin duda teniendo en cuenta ese punto de intersección que ocupa en relación al público, tiene en sus manos los elementos necesarios para establecer una valoración sobre el donde estamos, a donde vamos, y a donde deberíamos de ir.

Sin duda el crítico debe de ser un amante del teatro, pero como acontece en toda relación amorosa, también se filtra el odio, y como no, el cansancio. Sin embargo dicen las últimas teorías sobre el amor, que este ha de renovarse cada tres años, si hacemos caso a esto, o mucho nos hemos de equivocar, o todo apunta a que el periodo de desamor, siempre será más corto que el de amor, así que la evolución, el movimiento, y el cambio están prácticamente garantizados. Se recomienda paciencia con los momentos difíciles.

No creo que el crítico sea un corazón vacío como se insinúa al final de la película, ni que deba unirse a otro corazón vacío como sucede también en esta historia, pero sí así fuese; Críticos del mundo, y posibles candidatos a enamorarse de actores ó actrices, ¡cuidado con las Evas y Evos Harrington!, tienen una cierta tendencia a la mentira como forma de avanzar en la vida, aunque esto, como sabemos, sucede en casi todas las profesiones.

Edepé

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.